Insuficiencia renal, desequilibrio electrolítico, sangrado pulmonar abundante y dos semanas conectado a un ventilador, fue lo que tuvo que pasar este joven guerrero que, de ser un paciente con un pronóstico desfavorable, salió entre aplausos y porras de su familia, amigos y personal de salud del Hospital General de Zona No. 1 Saltillo, Coahuila.

Adrián estuvo internado durante un mes en un estado de gravedad y preocupante, al grado de ser intubado, sedado durante dos semanas, y para contrarrestar las complicaciones le fue inyectado plasma convaleciente.

‘’Ingresó al hospital el 2 de junio, con sospecha de infección por SARS-CoV-2, tras un viaje que realizó al Estado de México, donde vive su familia. durante el mes que permaneció presento diversas complicaciones descritas como muy graves en la literatura médica mundial’’, señaló, la neumóloga y líder de unos de los equipos COVID-19, Alejandra Carolina Moncada López.

Por su parte, el médico Pablo Alejandro Macías Torres, dijo sentirse orgulloso y privilegiado de haber participado en el restablecimiento de la salud del joven.

“Ha sido nuestro sobreviviente más guerrero. Vimos como la actitud es fundamental. Aplicamos todos los tratamientos existentes, además del plasma de paciente convaleciente, y lo impulsamos con el apoyo de su familia. Creo que lo que funcionó fue la suma de todo”, señaló.

Contó que la madre del paciente, la señora Andrea, fue el primer familiar en ingresar al área de casos confirmados por COVID-19.

“Lo hicimos porque estaba realmente muy grave y el pronóstico era sombrío, pero estaba inconsciente y no se dio cuenta de la visita, de ahí que una tarde, para darle ánimos, retiramos la sedación, hicimos una videollamada con su mamá y su hermana y ocurrió el milagro: Adrián lloró; a partir de ahí subieron sus niveles de saturación de oxígeno. Fue una experiencia épica”, describió el médico.

Momentos antes de subirse a la ambulancia que lo llevaría de vuelta a su casa con su familia en Saltillo, Adrián dijo sentirse excelente, agradeció los cuidados y apoyo por parte del personal la clínica No. 1 del IMSS en Saltillo y pidió a la gente que se cuide.

“Me siento excelente. Mi mensaje para la gente es que se cuide porque la vida cambia de un momento a otro, gracias a los médicos, a las enfermeras y a todo el personal del IMSS. Me atendieron muy bien y con mucha calidad, gracias a todos, a mis compañeros de trabajo que hoy están aquí, y a mi mamá”, destacó.