Tal como se esperaba, Fitch Rating redujo la nota crediticia de Pemex desde “BB-“ a “BB”, reduciendo así el grado especulativo de inversión en la empresa mexicana, calificándola como prácticamente “bonos basura” con perspectiva estable.

Fitch Ratings explicó que la reducción de la calificación viene como resultado de un continuo deterioro en el perfil de crédito independiente aunado a la recesión de la industria mundial del petróleo y gas.

De igual forma, CFE pasó de “BBB- a “BBB” como línea de ajuste a la viabilidad de la empresa que se encuentra en crisis severa.

La reducción de las calificaciones a las empresas mexicanas solo dejó ver la realidad del shock económico que se vive en México derivado de la crisis económica por la contingencia sanitaria por Covid19.