Fonatur Tren Maya publicó el 3 de julio un proyecto de licitación para la contratación de un grupo de ‘’salvamento arqueológico’’, integrado por 88 personas, con 15 camionetas y equipo especializado, pues las posibles afectaciones a más de 3 mil sitios arqueológicos empiezan a tener una relevancia central en el proyecto del Tren Maya.
“El trabajo consiste en realizar el salvamento arqueológico por medio de recorridos de superficie, excavaciones controladas y los análisis de los datos obtenidos a través de los vestigios arqueológicos, así como el registro arqueológico obtenido por medio de la aplicación de tecnología de punta como drones y vuelos Lidar -escaneo láser-, información que determinará los criterios para la elaboración de los diagnósticos, dictámenes y el visto bueno de obra”, explican las pre bases.
“El eje de trazo de tren pasa aproximadamente por 3 mil 34 sitios arqueológicos inscritos en el Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que van desde concentraciones de materiales y sitios de carácter gráfico-rupestre, monumentales arqueológicos o paleontológico; y faltaría sumarle las zonas de monumentos arqueológicos”, agregan las explicaciones.
El INAH advierte que no se podrán realizar labores de construcción si no hay un dictamen favorable, y que se determinará ‘metro por metro’ la factibilidad del proyecto.
El dictamen arqueológico que será licitado, no incluye los tramos 5 a 7 del tren, 640 kilómetros que van desde Cancún hasta Escárcega, Campeche, con estaciones en Tulum y Calakmul, dos de las zonas arqueológicas más importantes de México. Las obras de estas zonas aún no se adjudican.