POR: DON MAQUI
Que bonito es el discurso cuando no se aplica a uno mismo, los y las #Diputadas del Congreso Local, esos mismos que con voz firme y dedo en alto repiten como mantra que “la Ley no se negocia, la Ley se cumple”, acaban de firmar un acuerdo para hacer exactamente lo contrario: violar la Constitución.
Sí, así como lo leen, la #CartaMagna de Nuevo León es clara: el período ordinario de sesiones debe iniciar el 1 de febrero, pero como a nuestros legisladores les gusta la comodidad y no la responsabilidad, decidieron que mejor regresan el 4, porque claro, “nadie está por encima de la ley”, salvo cuando les toca a ellos.
El descaro no tiene límites, son los mismos que exigen respeto absoluto a las normas cuando se trata de criticar al Ejecutivo, pero cuando la Ley les estorba, la firman y la doblan como si fuera servilleta de restaurante.
“El deber es primero”, decían algunos, pues parece que para ellos, el deber es después… y si se puede, hasta el lunes.
Lo más irónico es que ni siquiera intentan disimular, ¿Para qué? saben que su cinismo es impune, que la memoria #política es corta y que el electorado olvida rápido, pero lo que no se borra es la hipocresía descarada de un Congreso que, lejos de ser un Poder Independiente, se ha convertido en un “club de conveniencia” donde la Ley es una sugerencia y no una obligación.
Así que ya saben, ciudadanos: cuando les hablen de legalidad, recuérdenles su propio acuerdo de impunidad, cuando les digan que “las instituciones deben respetarse”, pregúntenles ¿qué pasó con el 1 de febrero?, y cuando les juren que “no permitirán violaciones a la Constitución”, ríanse en su cara, porque al final del día, su verdadera doctrina es clara: la Ley es la Ley… pero sólo cuando conviene.