Por: Don Maqui

Samuel García insiste, que en su gobierno la corrupción no va, que todo lo que huela, se escuche o se vea como corrupción tiene que ser cortado de tajo. Este discurso es de dientes para afuera, puesto solo es cuestión de revisar a su gabinete, para entender que sus cercanos son intocables.

Voltear a ver la currícula de los cercanos, si destacamos a Marco González y a Aldo Fasci, dos figuras polémicas del pasado que encontraron cobijo en las huestes emecistas. El primero, por traidor y usurpador y el segundo por poderoso y ser amigo de la familia, de este luego les platicaremos más.

Hablemos de Marco González, el expriista de medio pelo, abandonó las filas del Revolucionario alegando que no seguiría línea, así llegó a Morena, donde como al resto de los apestados del PRI se le dio un hueso que no supo aprovechar y perdió en Santiago; su ficha de cambio aún no se agotaba.

Llegaría el momento de las definiciones para los naranjas, una vez que Samuel tomó el gobierno los amigos empezaron acercarse, caras conocidas se unían, viejos conocidos de la política decidieron regresar y los ipecos de nivel medio encontraron cobijo con el gobernatore.

Así, empezaría González su ascenso en Movimiento Ciudadano, en común acuerdo con García Sepúlveda, el Pollo inició una jugarreta de dos bandos. Por un lado logró exprimir a Hugo González González exdirector de Codefront, quien era quien iba realmente al puesto. Le sacó toda la información que pudo y luego lo desecharon.

Lo mismo, pasó con Eduardo Garza Robles, quien hace días fue separado de su cargo por un supuesto conflicto de interés. Lo alarmante es que quien llevó a Garza Robles con García fue González, aún y luego de que primero se lo presentó a Clara Luz Flores en la pasada campaña. Pero el negocio fue redondo, Lalo Garza fue el sacrificado.

Llama la atención, que la amplia trayectoria de Garza Robles quiera ser opacada por un acto, puesto debemos recordar que las cámaras empresariales de Nuevo León lo tienen ubicado como una persona íntegra, como alguien de trabajo y esto mismo lo reconoció el año pasado Enrique Alfaro, gobernador y competencia de Samuel García, quien le entregó a Garza la medalla al Mérito Industrial en Jalisco.

Dicen, los que saben que el sacrificio de Garza es gracias a Marco González, y a la competencia que existe entre los que son de Colosio y los que son de Samuel.

García Sepúlveda parece no respetar ninguna negociación, puesto no se olvida que Garza fue unos de los que apoyó la vacunación transfronteriza y el pago de Samuel fue acusarlo de corrupción, cuando UNI-TRADE es una de las empresas portuarias más importantes de México.

La novela continúa, el caldo de gallina que le vendió el Pollo loco a García le salió caro.