POR: DON MAQUI
En el PAN de Nuevo León, la sombra del relevo generacional es más una ilusión que una realidad, Mauricio Fernández, una figura ineludible para los albiazules, se ha convertido en el único capaz de ganar y arrasar en bastiones como San Pedro, pero Mauricio no es eterno y tras él, el panorama luce desolador, los nombres que alguna vez fueron rentables en lo electoral (los Víctor Pérez, las Itzel Castillo, las Myrna Grimaldo, los Daniel González) han demostrado capacidad, sí, pero no parecen tener sustitutos a la vista.
La renovación en Acción Nacional está truncada, elección tras elección, las mismas caras se reciclan en candidaturas y posiciones, como si el partido fuera un club privado donde los miembros deciden entre ellos quién juega y quién espera turno, Chefo Salgado, Víctor Pérez, Raúl Gracia y otros más han mantenido las riendas del partido, pero a costa de cerrar las puertas a nuevas figuras.
Hoy, los liderazgos emergentes son un espejismo, mientras su presidente estatal, Policarpo Flores, proclama que hay cuadros políticos competentes, la realidad golpea con fuerza, si se preguntara ahora mismo por un sustituto de Mauricio Fernández con su nivel de competitividad, la respuesta sería un inquietante silencio. Ni para la capital regia ni, mucho menos, para la gubernatura hay figuras que despierten el entusiasmo o la confianza necesaria para competir con fuerza.
El éxodo de figuras como Jesús Nava, Baltazar Martínez Ríos y otros tantos ha dejado al partido con un vacío de liderazgo y estrategia, el PAN de Nuevo León está atrapado entre el espejismo de la autosuficiencia y su papel como comparsa del PRI, mientras su tiempo se agota, ¿Qué hará el PAN? ¿Se reinventará con nuevas caras, nuevas ideas y una verdadera apertura a liderazgos emergentes? ¿O continuará naufragando en las aguas turbulentas de una política rancia y agotada?
El reloj corre, la retórica incendiaria de autonomía y renovación ya no basta o el PAN aprende a abrirse y generar liderazgos frescos, o seguirá perdiendo relevancia, viendo cómo su club privado se convierte en una casa vacía.
El futuro no esperará por ellos.