Después de que se reportara el avistamiento de un oso en el Club Alpino Chipinque, los mismos empleados pidieron el apoyo de la PROFEPA, sin embargo, ambientalistas señalaron que temían por el bienestar del ejemplar.
Esto debido a que no hay suficiente transparencia sobre el sitio de liberación, ya que, en ocasiones pasadas se ha evidenciado un manejo inadecuado de la fauna como sucedió con el oso 34 a quien castraron y liberaron en un hábitat ajeno a su entorno de desarrollo.
“No es justo que hagan esto con nuestra fauna, ojalá se pueda hacer algo para impedir estas acciones que reflejan la falta de habilidad de las autoridades para resolver de la mejor manera estos incidentes”, apuntó.
Dejando en claro que esta situación presenta un riesgo, ya que el ejemplar puede ser liberado en una zona donde otra especie sea la dominante, y de esta forma causar un conflicto.
Indicó que existe una notable falta de protocolo en el Hotel Chipinque como sucedió el año pasado cuando un oso llegó en medio de un banquete y el personal no está capacitado para afrontar esas situaciones que pudieran tornarse de riesgo.
El oso negro, una especie catalogada en Peligro de Extinción, bajo la Norma Oficial Mexicana 059 de la Semarnat, que ha venido presentando este cambio de hábitos y comportamientos desde hace 12 años, aunque este 2022, el problema se ha acentuado.