POR: EL FISCAL DEL CONGRESO
Que en Nuevo León ya no se legisla con la cabeza… ahora se legisla con el hígado. La Diputada de Morena, Greta Barra, ha decidido que el mejor camino para castigar a los deudores alimentarios no es el estado de derecho, ni los tribunales, ni el debido proceso… sino la humillación pública y la restricción arbitraria de derechos fundamentales, su nueva ocurrencia: prohibirles la entrada a eventos masivos, ¡Sí!, como si eso fuera justicia.
En cualquier república que se respete (o al menos que haya leído una vez la Constitución) se sabe que la libertad de tránsito solo puede limitarse bajo causas graves, procesos legales formales y con la intervención de una autoridad judicial, pero aquí no, aquí basta con un coraje, un discurso encendido y una mayoría acrítica para tratar de imponer el autoritarismo disfrazado de progresismo
Porque esto no es justicia: es revancha, y el problema no es que se sancione al deudor alimentario (eso debe hacerse, sino que se quiera hacer por vías que violan el marco legal, se brincan al Poder Judicial, y suplantan figuras jurídicas como el arraigo o las órdenes de restricción, que al menos exigen pruebas, defensa, audiencia.
Aquí no, aquí la diputada Greta Barra asesorada por quienes parece odian antes que pensar en el bienestar de los menores, quiere ser legisladora, juez y verdugo, ¡Todo en uno! ¿Separación de poderes? Qué flojera, ¿no?
El derecho no es un instrumento para ajustar cuentas personales ni para proyectar frustraciones individuales, si algo distingue a la ley es su carácter general, su vocación de justicia imparcial, su distancia de la venganza, pero eso parece demasiado complejo para quienes creen que castigar al prójimo en la taquilla de un estadio es “revolucionario”, válgame, avísenle a Greta Barra que aquí no es la Ciudad de México recalcitrante y radical como ningún Estado.
Y mientras tanto, los verdaderos temas urgentes (como garantizar la ejecución efectiva de las pensiones alimenticias, agilizar los juicios, o sancionar a jueces omisos) quedan olvidados bajo la alfombra del aplauso fácil. Greta Barra no quiere cambiar el sistema; quiere un espectáculo.
Así que cuidado, Nuevo León, con quienes legislan con aplausómetros y no con el marco constitucional, porque lo que hoy se aplaude como justicia sumaria, mañana puede volverse la tiranía de los improvisados.
Y eso, ni es legal, ni es justo… ni debería ser ley.