El reciente desabasto de gasolina en varias estaciones de servicio del área metropolitana de Monterrey ha generado incertidumbre entre los ciudadanos, aunque Pemex atribuyó la situación a fallas operativas y trabajos de mantenimiento, un nuevo factor surge en la discusión pública: el robo de combustible, mejor conocido como huachicol.

 

De acuerdo con una investigación periodística, la escasez podría estar relacionada con el incremento de esta práctica ilícita en Nuevo León, mientras la versión oficial señala reparaciones en la refinería de Cadereyta, especialistas advierten que el desabasto no tiene precedentes en la región, lo que apunta a un problema más complejo de lo que se admite públicamente.

 

El huachicol ha ido en aumento en el Estado, con reportes de tomas clandestinas y decomisos de miles de litros de gasolina robada, incluido un aseguramiento masivo en Allende.

 

Más allá de las pérdidas millonarias para Pemex, el impacto directo se refleja en la disponibilidad de combustible para los consumidores, urge, entonces, una estrategia integral que frene este delito y garantice el abasto en la entidad, pues el problema se perfila como un reto de gran magnitud.