Hace días un sensor mostró señales de vida debajo de las ruinas de un edificio por lo que los cuerpos de auxilio se avocaron a realizar trabajos en la zona, sin embargo, luego de analizar la situación descartaron toda esperanza.
Cerca de 50 rescatistas y voluntarios, trabajaron en el sitio durante tres días, sin embargo, el resultado no fue el esperado.
La noche del sábado, Francisco Lermanda, jefe de rescatistas de los Topos Chilenos descartó toda posibilidad luego de haber “peinado” un 95% de la zona: “Técnicamente hablando, no hay señales de vida”.
De acuerdo con lo analizado, dijo que la señal detectada en la zona fue de los propios rescatistas que se encontraban ahí, y a partir de eso comenzaron con los esfuerzos de limpieza de escombros y demás, agregando que su equipo “nunca se detiene hasta que el trabajo esté terminado”.
Los trabajos fueron lentos dado el riesgo de que la construcción colapsara por completo, sin embargo, concluyeron hasta descartar todo indicio.