POR: DON MAQUI

Es evidente que en el partido de Morena la posición de suplir Andrés Manuel López Obrador está muy peleada, bastó que Claudia Sheinbaum alzara un poco la mano, o más bien que todo el aparato que la respaldará hiciera ruido para que reaccionaran Ricardo Monreal A. y Marcelo Ebrard.

Ebrard parecía encaminarse naturalmente a ser el relevo de Andrés Manuel, sin embargo, parece que los afectos por Claudia y su lealtad de la ciudad de México al gobernar como Andrés lo pide le han dado los bonos suficientes para hacer la ungida.

Marcelo ha señalado en días recientes, que irá a la consulta o al proceso que sea para elegir al candidato de Partido Morena, y que se quedará en ese partido de no resultar ser el ganador muestra madurez política y altura de miras en sus palabras, pero es un hueso duro de roer.

Por su parte, Ricardo Monreal fiel a su estilo a manera silenciosa y con indirectas que estará en la boleta presidencial, le encantaría que fuera con Morena y con el presidente, dejando entrever que de no ser así buscará una alternativa, se pondrá bueno el pleito.