Como parte del camino a la búsqueda de erradicar la violencia de género dentro de los planteles educativos y aprovechando el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, se instalaron unas pláticas en conmemoración a esta fecha en el Tecnológico de Monterrey.

Ana Vidu, investigadora en sociología posdoctoral, señaló que además de que es importante contar con protocolos de denuncia, también lo es luchar por eliminar el acoso de segundo orden, es decir, el que viven las personas que apoyan a las víctimas.

También contó con la moderación de Karla Urriola, quien está a cargo de la Oficina Nacional de Género y Comunidad Segura del Tec, y con la participación de Sara Escamilla e Ilse Navarro, alumnas de la institución que realizaron las preguntas.

En el encuentro, Ana Vidu señaló la falta de atención por parte de las instituciones, claro responsable de que se sigan dando casos de acoso. Por otro lado, está la indiferencia que se tiene con la mujer afectada, pues muchas veces no creen en su palabra o respaldan al agresor.

“Pero un salto que dimos en la investigación en los últimos años es que las consecuencias de críticas, de represalias, de ataques no son sólo para las víctimas directas, sino también para las víctimas de segundo orden, los apoyos de las víctimas, el compañero o compañera que se posiciona (con ellas)”.

Otro motivo es el silencio, que mientras no se diga o haga nada este seguirá ahí, ya sea porque tengan miedo al rechazo o estén siendo amenazadas por el agresor.

“(Acabar) con el acoso sexual de segundo orden es clave, (es) acabar con él para acabar con la violencia directa”.

Para terminar, dijo que hacerle frente al problema se debe reconocer que existe uno y creer en la víctima, escucharla, apoyarla, brindarle la confianza de que no está sola.

“Ya queda peor mirar para otro lado, ya estamos en un punto en que todo va acabar saliendo a la luz, todo está saliendo a la luz”, finalizó.