En primer punto, la jubilación es un término que deberíamos conocer los mexicanos desde que iniciamos con nuestra etapa laboral, sin embargo, son pocos los que saben los requisitos y pasos a seguir para obtenerla.
Antes que nada, hay que saber diferenciar entre la jubilación y la pensión, pues comúnmente suele emplearse mal los términos como si fueran sinónimos y no hay nada más alejado de la realidad.
La pensión es una prestación económica que reciben los trabajadores asalariados cuando su vida laboral termina. Se piensa que después de muchos años de trabajo, el pensionado podrá descansar y gozar de su tiempo libre, sin ninguna preocupación por su economía; sin embargo, esto sólo será posible si cuenta con los ahorros suficientes para su retiro.
Por otro lado, la jubilación es el proceso que comprende, de forma natural, la transición de un trabajador retirado, percibiendo compensaciones por el tiempo de trabajo, y es algo que depende completamente de la empresa en donde labores o tu sindicato.
En México, actualmente no existe un sistema único de pensión. Quienes trabajan para el Gobierno Federal se rigen bajo la Ley del ISSSTE. Los que comenzaron a trabajar antes del 1 de julio de 1997 para alguna empresa privada con la Ley del IMSS 1973. Y, para los más jóvenes, que comenzaron a trabajar después del 1 de julio de 1997, se rigen en el esquema de las administradoras de fondos para el retiro (Afore).
Si estás próximo a jubilarte, ubica qué tipo de trabajador eres, qué régimen te aplica y acude a tu afore correspondiente para recibir la asesoría adecuada.