Por: Don Maqui

El día de ayer el Instituto Nacional Electoral (INE) advirtió a los abusivos diputados federales, que ellos no mandan respecto a los lineamientos que se van a seguir para las campañas hacia la Cámara de Diputados que se renuevan el 2021, es la sola advertencia que ellos serán el Congreso, pero la regla sobre campañas las fija el INE, de manera irónica les advirtió que, si no les gustan las reglas, pueden impugnarlas en el TRIFE.

Pero eso no es nuevo, ni tampoco sorprende a nadie, la legislatura pasada del Congreso en Nuevo León determinó vía Ley que los diputados locales también podrían andar en campaña y cobrar su sueldo sin pedir licencia para reelegirse, así mismo, determinó que los alcaldes al salir de su cargo para buscar la reelección pueden disponer de todo el aparato de seguridad y administrativo con que cuentan al estar al 100% en su cargo.

De los políticos tradicionales eso y más se puede esperar, porque bueno, para eso se pintan solos, sin embargo, hay un caso en Nuevo León que llama poderosamente la atención, el del Independiente Miguel Treviño que suele darse baños de pureza y argumentar que es de otra categoría en cuanto a los políticos de siempre y resulta que ha decidido seguir utilizando el erario público para su lanzamiento como aspirante a reelegirse en el 2021.

Quizá la ley le permita dicha actuación, pero no la moral, ya que es a todas luces un acto que ensucia la imagen de un Alcalde que se precia de no desviar recursos. Es inevitable no recordar la trama en la que se metió Jaime Rodríguez Calderón por recabar firmas por parte de sus funcionarios en tiempos y horas hábiles para su campaña presidencial, ¿cómo asegurará Miguel Treviño de sus empleados, que desean se reelija, no estén pensando y desviando tiempo, incluso, recursos para que el jefe logre la reelección?

Aún está a tiempo Miguel Treviño de recapacitar y dar un golpe de timón, solicitando licencia y demostrando que sí es de otra categoría y no uno más de los políticos a los que tanto criticó.

Por el bien de él, de San Pedro y de la imagen de los políticos, ojalá y entienda que no vale la pena manchar una trayectoria que llevaba limpia, por dos o tres meses de seguir figurando como la máxima autoridad del municipio al que pretende seguir gobernando.