Pricila Dávila, presidenta de la Sociedad de Urbanismo de Monterrey, alertó sobre el riesgo que representa para la sostenibilidad del Área Metropolitana mantener el temor a la densificación urbana, señaló que el modelo de baja densidad actual encarece los servicios públicos, eleva el gasto energético y disminuye la calidad de vida de la población.
La urbanista explicó que el crecimiento urbano de Monterrey ha estado marcado por la expansión hacia la periferia, resultado de políticas de vivienda mal planeadas, “empezó a poder construirse en muchos lugares sin pensar en una planeación integral”, afirmó, destacando que este modelo genera altos costos económicos, sociales y ambientales.
Dávila subrayó que una ciudad compacta es más eficiente en el uso de recursos, ya que requiere menos infraestructura por vivienda y permite aprovechar mejor la existente, “es un ahorro en todos los sentidos, para la autoridad y para la ciudadanía”, puntualizó, además de que impulsa la prosperidad económica y fortalece el tejido social.
Reconoció que el principal obstáculo para densificar es cultural, “todavía existe mucha resistencia a esta idea de la densidad. Estamos acostumbrados a la vivienda unifamiliar”, dijo, haciendo un llamado a replantear los modelos urbanos heredados y enfocar el desarrollo hacia la sostenibilidad.