En una emotiva ceremonia celebrada en la Basílica de Guadalupe, el Arzobispo de Monterrey, Mons. Rogelio Cabrera López, presidió la ordenación de cinco nuevos presbíteros, en el marco de la festividad de San Juan María Vianney, patrono de los sacerdotes. Acompañado por obispos auxiliares y decenas de sacerdotes, el Arzobispo destacó la importancia de celebrar esta fecha para fortalecer el compromiso pastoral de los nuevos ministros.

 

Durante la homilía, Mons. Cabrera subrayó las virtudes del Santo Cura de Ars como modelo sacerdotal: humildad, austeridad y dedicación pastoral, “el sacerdote debe estar donde se le necesite, aceptar con humildad lo que Dios le encomiende y entregarse con generosidad al servicio pastoral”, expresó, enfatizó también que, ante el crecimiento poblacional de la Arquidiócesis, se requiere fidelidad y creatividad para responder a los desafíos actuales.

 

Los nuevos sacerdotes y sus destinos pastorales son: Héctor Fernando Treviño Ortiz (Reina de México, Monterrey), Jesús Humberto Vega Reyes (Seminario Menor), José Isabel Hernández Salazar (San Juan Bautista, García), Juan de Dios Silva Loredo (Santiago Apóstol, Santiago), y Osmar Gregorio Rivera Hernández (Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, San Nicolás) todos ellos ejercerán su ministerio como vicarios parroquiales o formadores.

 

El Arzobispo pidió a los fieles apoyar espiritualmente a los nuevos presbíteros, “esta Iglesia necesita de ustedes para seguir en su tarea evangelizadora”, afirmó, recordando que el sacerdocio es una vocación de servicio compartido y cercanía con el pueblo de Dios.