POR: DON MAQUI
Por increíble que parezca e inaudito que resulte, en el Tribunal Estatal Electoral sucede algo poco común pero parece muy conveniente para sus tres integrantes.
Para nadie es un secreto que los magistrados que integran dicho órgano de justicia electoral son impuestos por los partidos políticos y sus afinidades y afectos se reflejan en su actuar, diario ponemos de ejemplo a la presidenta.
Dicha funcionaria llegó bajo el padrinazgo de Samuel García, a quien le debe el impulso de su presidencia, inclusive su ascenso, es decir, Movimiento Ciudadano tiene un voto de tres en resoluciones que deberían de ser imparciales.
Carlos Leal Islas, de fama pública conocida, tiene su gratitud puesta en el partido Acción Nacional y en todos los casos relevantes de dicho instituto vota a favor de que gane el PAN en ese tribunal.
Bautista tiene su afinidad en el Partido Revolucionario Institucional y bajo esa premisa responde a los intereses de ese partido siempre.
Es claro que, sin autonomía, no habrá justicia electoral objetiva jamás. Es necesario una reforma y que se analice desde el origen qué pasa en ese órgano, más allá de los resultados que se emitan o no en este proceso.