POR: DON MAQUI
Pero como se atreven, ¿con qué cara? ¿con que simpleza critican a uno de los más grandes boxeadores en toda la historia de México?, Saúl el “Canelo” Álvarez se ha cansado de poner el nombre de nuestro país en alto una y otra vez, y lo seguirá haciendo porque para eso nació, un campeón del cuadrilátero alguien que se prepara todos los días para su siguiente pelea.
¿Qué, si le han tocado rivales fáciles, ¿Qué si julio César Chávez padre fuera de su época? ¿Qué si no es lo mismo en el actual boxeo? ¿Qué en el pasado?, ¿Qué si las peleas están arregladas?, que, si tantas y tantas preguntas irónicas más le hacen cada que disputa una pelea, y que independientemente del rival el “Canelo” Álvarez termina por hacerlas ver fáciles.
Quiénes deprecian de por lo menos haberse colocado los guantes dicen que el simple hecho de entrenar para una pelea que puede durar 13 rounds es un suplicio, más para un campeón mundial como Saúl, desgraciadamente eso no se valora porque estamos en un país acostumbrado a denostar al que triunfa.
No es casualidad que los más grandes deportistas de esta gran nación, han sido criticados y han sido también incomprendidos, no necesitamos mucho para ver el caso más emblemático que tenemos con el pentapichichi Hugo Sánchez, es fecha que los especialistas como se dicen llamar del fútbol le regatean la calidad, se atreven a cuestionar que fue un brillante centro delantero del equipo más poderoso del mundo en aquellas épocas el Real Madrid, algunos se burlan cuando se le pretende comparar contra cristiano Ronaldo o Messi, pero así somos los mexicanos o así es una buena parte, no soportan ver el éxito ajeno, pareciera que nos cuesta mucho entender que alguien triunfe y sea por encima del promedio nacional.
Sería justo y además ético que los comentaristas deportivos, ya no sólo lo del Box sino de cualquier otra disciplina en México, dejaran en paz al “Canelo” Álvarez que les quede claro es el campeón mundial y no tiene la culpa de enfrentarse a costales de papas como ellos mismos le llaman a sus rivales.
Ojalá que un día nuestro país deje de jalar hacia abajo a quienes tienen éxito para que podamos avanzar hacia una verdadera y gran nación, el deporte es ejemplo de qué nuestro país no les gusta ver triunfar a los nuestros.