POR: DON MAQUI

No se tiene que robar dinero del pueblo para ser corrupto, según la definición natural de la palabra corrupción es un término que generalmente indica el mal uso por parte de un funcionario de su autoridad y los derechos que se le confían, así como la autoridad relacionada con este estado oficial, oportunidades, conexiones para beneficio personal, contrario a la ley y los principios morales.

Nadie le puede negar a Samuel García ser aficionado de Tigres, pero de eso a qué su fanatismo lo llevara a promover construir un estadio es mucho trecho, de eso a qué se atreviera a volver invisible a Rayados en su etapa de gobernador, de eso a ningunear el estadio de Femsa aduciendo que el posible nuevo estadio podría ser sede mundialista, ya es corrupción.

Aprovecharse de su cargo para saciar sus anhelos de aficionado raya en lo corrupto, pero nadie dice nada porque la mita de la gente es Tigre y la otra mitad ni le importa la política.

Sus aires de influencer y sus redes sociales están llenas de banalidad, pero nadie se queja de eso porque está de moda el gobernador, ¿cuánto tiempo pierde frente a sus selfies?, ¿cuánto tiempo ocupa para promocionar su imagen, la de su esposa, la de sus logros?

Pero parece que todo en esta vida tiene un límite, y la corrupción que mostraron, el fin de semana sin el mayor rubor es patética y violatoria de los derechos de los menores, pudieron llevarse a un pequeño a su casa como una familia normal, sin estridencias, sin redes, sin publicidad, pero el afán de mostrarse poderosos siempre los llevó a su peor error de estos tres meses.

Meterse en las patas del caballo vs un tema bastante grave, utilizar menores para promocionarse, es ese tema incluso, motivo de sanciones para candidatos, penado al máximo por proteger a los infantes.

Ahí se metió justamente Samuel García y su esposa, en la problemática de justificar lo injustificable, varias organizaciones exigen se aplique la ley a Mariana Rodríguez, sin embargo, asegura la señora que quien debe responder a ese hecho es el DIF, quien irónicamente depende de ella.

No es difícil entender que Samuel García es incorruptible después de ver cómo actúa cada segundo desde su gobierno, ya era bastante cuestionado por sus ocurrencias, pero ahora las que desarrolla lo llevan al exceso de poder, a usar cada espacio de su influencia gubernamental para saciar su ego.

Lo más lamentable es que no haya actores políticos de peso en la entidad que se atrevan a solicitar una verdadera investigación sobre los hechos que sucedieron el fin de semana.

No habrá castigo, todo quedará impune, porque eso también es parte del sistema corrupto que juró destruir Samuel García.

En fin, la hipocresía y los intereses obscuros de los actores políticos harán que pronto se olvide esta triste acción de corrupción.

Mañana saldrá Samuel y Mariana a rifar algo y la gente seguirá pensando que son caritativos, lástima que seamos una sociedad consumista.