Con dos goles en cinco minutos entre el 48 y 53 Arabia Saudita, se levantó del 1-0 que tenía en contra desde el minuto 9 cuando el astro Lionel Messi, de penalti, anotó el primer tanto para el encuentro.

Esta es la primera gran sorpresa del torneo, ya que Arabia Saudita derribó la racha de 36 partidos internacionales sin perder de la albiceleste comprometiendo así su pase.

De repente, cuando parecía el partido parecía dominado por Argentina, en una secuencia de fallos, de malas decisiones, los albicelestes entraron en una zozobra de la que salió malparado, siendo empatados por Saleh Alshehri, con un tiro cruzado en el 48, y doblegado por el 1-2 de Salem Aldawsari, en el 53, con una parábola que no alcanzó la estirada de Emiliano Martínez.

No es un hecho definitivo pero sí complica el trazado y reduce notablemente el margen de error del campeón del mundo en 1978 y 1986, que no puede fallar ni contra México ni frente a Polonia, sus próximos adversarios.

Nadie pensaba que el final del impecable recorrido del conjunto de Lionel Scaloni con 36 partidos sin perder, al borde del récord de Italia, sin encajar gol alguno en los cinco últimos, se iba a estancar ante un equipo como Arabia que obtuvo un triunfo histórico y provocó una convulsión en Messi y compañía.