Al estado de Texas no le gustó para nada las nuevas políticas de migración por parte de la nueva administración estadounidense que encabeza el demócrata Joe Biden, ya que no les pareció que se suspendiera durante 100 días la mayoría de las deportaciones de migrantes que no cuentan con documentación.
Este hecho marca el presagio de lo que será la división entre los estados liderados por republicanos y el nuevo presidente, pues el virus Trump aún no se elimina por completo y Texas tiene mucho de ello, incluso, más que el coronavirus.
Ken Paxton, Fiscal General de Texas, afirmó que la decisión de Biden viola el reciente acuerdo entre el Estado y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), el cual se firmó dos semanas antes de que terminara la Administración de Trump.
“Esa decisión unilateral afecta a los poblados que se encuentran en la frontera con México, que además están pasando por una emergencia de salud debido a la pandemia por el coronavirus”, pronunció el Fiscal.
Se sabe que Paxton es un muy allegado aliado del ex Presidente republicano, ya que ambos lideraron y promovieron ante la Corte Suprema de Estados Unidos que se detuviera la certificación de Joe Biden como presidente, fallaron, pero harán lo que sea para sabotear la administración actual a como dé lugar, por ello, calificaron de ‘’caprichosa’’ y ‘’mal intencionada’’ la nueva política al ‘’no considerar ni analizar los costos que esa acción le generará al estado de Texas’’, quienes comparten más kilómetros de frontera con México.
“En su primer día en el cargo, la Administración de Biden dejó de lado las leyes de migración promulgadas por el Congreso y suspendió la remoción de extranjeros ilegales, la cual está obligada por esas mismas leyes (…) Al hacer eso, ignoró principios básicos constitucionales y violó su compromiso por escrito de trabajar en cooperación con el Estado de Texas para abordar las preocupaciones compartidas sobre la aplicación de la ley de migración”, aludió el Fiscal en su demanda.