Los Tigres de la UANL transmitieron un juego alentador hacia al frente y con mucha creatividad para atacar al cuadro del Necaxa, sin embargo, al tener a Julián Quiñones como delantero central, nada más no concretaron.
Los felinos se han hecho de un juego más horizontal, siguen con nociones de “Tiki Taka”, pero ahora, se les ve más ofensivos pese a la falta de contundencia en la última zona.
Durante el primer tiempo, a los dos conjuntos se les vio muy insistentes en llegar al arco rival, ambos con un juego bastante rápido, aunque fue el Necaxa quien se puso primero al frente en un tiro de esquina bien cobrado para batir la portería de Nahuel Guzmán tras un remate de cabeza de Barragán.
Tigres siguió concentrado en su juego y se lanzó al frente para lograr el empate, por lo que justo antes de llegar a la parte complementaria, lograron empatar tras un centro del Chaka que sorpresivamente fue rematado por Carlos Salcedo, defensa central, y puso el 1-1 en el marcador.
El segundo tiempo ya no fue tan atractivo como el primero, muy trabado, si hubo llegadas, pero no tan peligrosas para poner en aprietos a los arqueros, parecía que solo buscaban guardar el resultado que ganar el juego.
El central pitó el final del partido y los Tigres se van con un sabor de boca dulce y amargo, pues el objetivo era no perder y comenzar con la motivación a tope para el próximo juego que será en Qatar contra el Hyundai.
Aquino fue uno de los jugadores destacados de este partido, desbordó, mostró habilidad, recortó, y tiró, casi como si estuviera en sus mejores años, se ve que tiene una inyección de confianza para jugar el Mundial.
No pudieron contra el Necaxa, ¿Podrán contra el Bayern Múnich?