Luis Videgaray, ex Secretario de Hacienda y de Relaciones Exteriores en el sexenio pasado, finalmente será puesto a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR) debido al caso de la planta de Odebrecht.

Videgaray se convirtió en el personaje de más alto rango contra quien la FGR ha solicitado una orden de aprehensión; de acuerdo con informes del Gobierno federal, en base en declaraciones del testigo estrella de AMLO, Emilio Lozoya, la Fiscalía solicitó su captura por un ilícito electoral relacionado con el financiamiento ilegal de campañas políticas, cohecho y traición a la patria.

La orden de aprehensión fue pedida en un par de ocasiones a un juez de control del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte; sin embargo, en ambas ocasiones se regresó al expediente debido a que tenía deficiencias legales.

La petición de captura tiene su sustento en dos testimonios de Lozoya, ex director de Pemex del Gobierno de Peña: el primero en su denuncia del pasado 11 de agosto y el otro en una ampliación que rindió en octubre pasado.

Lo peor que le pudieron haber atribuido a Videgaray es el delito por traición a la patria, pues es un delito que se castiga con 40 años de prisión, y este le es imputado debido a ser el principal operador del financiamiento de Odebrecht a las campañas políticas del PRI en el 2012 cuando ganó Peña.

“Entre Peña Nieto y Videgaray, existió un acuerdo para implementar un aparato organizado de poder que -desde las más altas esferas del régimen- instrumentó lo necesario para obtener beneficios que afectan la soberanía de México, sometiéndola a personas y grupos, nacionales y extranjeros”, declaró Lozoya.

Lozoya aseguró que entre el 2012 y el 2014 los brasileños le hicieron por lo menos tres entregas importantes de dinero; la primera entrega sirvió para pagar 1.6 millones de dólares a los consultores electorales de la campaña presidencial del 2012, y el resto para sobornar a legisladores panistas para que votaran en favor de las reformas estructurales.