La poderosa erupción del volcán submarino y el consiguiente tsunami que azotaron la nación polinesia el pasado fin de semana dejó destrozado al país, por lo que ya empezaron a arribar los primeros cargamentos de ayuda humanitaria.
El primer avión en llegar fue un Hércules C-130 del Ejército de Nueva Zelanda que aterrizó a las 16 horas en el aeropuerto de Tongatapu de Nukualofa, la capital del archipiélago, tras partir de la ciudad neozelandesa de Auckland.
Horas después llegó al mismo aeropuerto un Boeing C-17 de la Royal Australian Air Force con material higiénico, trajes de protección individual para quienes limpian las cenizas, contenedores de agua y equipos de comunicación que ayuden a subsanar la incomunicación en la que se ha sumido el archipiélago, según el Ministerio de Exteriores de Australia.
Cabe resaltar que uno de los problemas más severos que tiene Tonga es la falta de agua potable, luego de que los mantos acuíferos quedaran totalmente salinificados por los minerales expuestos tras la erupción volcánica.