Que Raúl Cantú, alcalde de Salinas Victoria y suspirante a la grande, sí, la gubernatura de Nuevo León, no es de los que se quedan viendo el Mundial por televisión. En un año previo al Mundial de futbol y donde el deporte es el idioma global, Cantú entendió que no basta con alentar desde la grada: había que fichar a un verdadero campeón. Y lo hizo.

 

Israel “El Piloto” Jiménez, forjado en la cantera felina, con cinco títulos de Liga MX, una medalla de oro olímpica y más historia en sus tacos que muchos de sus colegas de cargo, ha sido nombrado director de Deportes en Salinas Victoria. No es una ocurrencia. Es una jugada de alto nivel, digna de quien aspira a gobernar el estado más competitivo del país.

 

Mientras en la capital regia algunos reciclan nombres por compadrazgos o por fotografía en cancha, en Salinas llegó un profesional con palmarés probado. No un improvisado, no un entusiasta, sino un Tigre que fue pieza clave en la época dorada de Tigres y que sabe lo que cuesta llegar a la cima… y mantenerse.

 

Raúl Cantú apuesta por el músculo del talento, por la inspiración del que venció pronósticos y por la visión de que el deporte no es adorno institucional, sino herramienta de transformación social. Con El Piloto al mando, Salinas Victoria puede convertirse en un semillero de nuevos campeones, en un ejemplo de cómo el deporte profesional sí puede aterrizar en las comunidades más necesitadas de dirección y ejemplo.

 

Dicen que en política, como en el fútbol, los partidos se ganan con estrategia… y Raúl Cantú acaba de meter un gol de media cancha. Un campeón para levantar campeones. Porque mientras otros solo aspiran a cargos, en Salinas ya están entrenando para ganarlos.