Uno de los puestos más codiciados al ser Diputado, es ostentar la Presidencia del Congreso, esa que alguna vez en el PAN ocuparan figuras de la talla de Fernando Larrazabal o en PRI del nivel de Francisco Cienfuegos y que a últimas fechas la Independiente Karina Barron ya vestida de naranja logró ocupar, ostentar dicho cargo no es cosa menor, ya que en ella se lleva la representación del Poder Legilsativo y ello reviste valor especial, ya que al ser uno de los Tres Poderes de Gobierno en nuestro sistema político en los eventos de protocolo se nivelan los Poderes y con ello adquiere relevancia frente a Presidencia de la República por citar algún ejemplo, ello en el terreno estrictamente formal.
Ya en la propia dinámica del día a día del Salón de Sesiones, es el o la Presidenta quien se encarga de conducir las sesiones del Pleno a buen puerto, es ahí donde se recuerdan grandes episodios de tensión y que alguna vez Daniel Carrillo también panista confundió su carácter de Albiazul y se lanzó a la yugular contra el Bronco, también los desfiguros de esa función están garantizados, como cuando se equivoca el proceso legislativo y los casi 20 asesores de esa presidencia en turno no dan pie con bola como coloqueilamente se dice.
Ese cargo deberá definirse cuanto antes, -suponiendo que no lo este pactado aun- que creemos en este medio el ungido será el eterno diputado Juan Carlos Ruiz del grupo de Raúl Gracia que posee basta experiencia en Congreso -5 veces legislador eso avalan- para encabezar decorosamente esos esfuerzos, o bien podría ser Nava que viene empujando fuerte en estos meses y demuestra que puede con el paquete de representar los intereses de Víctor Pérez del grupo Santa Catarina o podría darse el caso que fuese una mujer cercana y familiar a Mauro Guerra que sería Rosa Isela Castro o Claudia Caballero.
Las condiciones están dadas para Juan Carlos Ruiz que ayudaría más en la Presidencia que en pleno, por ahora Carlos de la Fuente, tiene ese dilema que seguro sabrá resolver con la anuencia de los líderes panistas del Estado.
Por el bien de Nuevo León, esperamos la decisión sea colegiada en las Tribus Panaderas, así sea.