La Dirección de Inspección y Vigilancia de Monterrey clausuró de manera temporal ocho negocios establecidos con venta de alcohol pero que no contaban con los permisos correspondientes, por ello se procedió al hecho hasta que cumplan con las disposiciones legales.
A unas horas de que las autoridades de salud estatales permitieron la reapertura de bares y cantinas con capacidad limitada luego de un año de haber cerrado por la pandemia del COVID, se efectuó el operativo con la finalidad de corroborar que se respetara la ordenanza de laborar al 20 por ciento de su capacidad, siguiendo los lineamientos preventivos de contagios y cerrando a la media noche.
Los negocios clausurados fueron el “Royal”, ubicado en calla Reforma número 548 en el centro de la ciudad, el “Líbido”, de prolongación Madero número 4223 en la colonia Fierro, el “Bar Peters”, de Guerrero 246 norte; así como el “Topaz de Lux” en Padre Mier número 1248 poniente.
Se procedió igualmente en el “Pasarelas”, de Madero 840 oriente; uno más sin nombre en Matamoros 622, en el “Manassas”, situado en avenida Chapultepec 2313 de la colonia Buenos Aires; y en “La Celda”, de avenida Aztlán no. 5228.
Siete no contaban con la licencia estatal que les permite la venta y consumo de bebidas alcohólicas, y uno era explotado por un tercero en flagrante violación al artículo 37 del reglamento de alcoholes. Además, no se estaban aplicando las medidas sanitarias correspondientes.