POR: DON MAQUI

Vamos a la contienda del municipio de San Pedro, ¿por qué razón Miguel B Treviño De Hoyos ha decidido recurrir a su viejo aliado mediático el periódico el Norte, para generar la sensación de qué va ganando en la preferencia de la gente?

¿Por qué razón si estaba tan seguro de su trabajo no pidió licencia?, ¿por qué seguir utilizando la administración a su favor de manera inmoral para intentar reelegirse?

Todo un aparato administrativo y toda la nómina, no le está bastando al hijo de Humberto Treviño Landois para sostenerse otros tres años.

Cada vez son más las inconsistencias que se le
encuentran a su administración, que parece inminente el momento en que la Auditoría Superior del Estado presente una denuncia penal por quebranto al erario.

Es tan notorio que hace un esfuerzo sobre humano Miguel Treviño, para no salirse de la incomodidad que le representa tener que intentar mantener un gobierno ineficiente a flote y su campaña.

Mauricio Fernández no es Rebeca Clouthier, es más bien un profesional de la política, que sabe cómo, cuándo, y dónde dar el golpe certero, Miguel Treviño no debería de estar confiado en que desde la calle Washington le ayudaron a permear una falacia, la de su encuesta.

Olvida Miguel Treviño que su alcaldía fue producto de distintos factores que el día de hoy ya no existen, uno precisamente lo tiene enfrente y es su contrincante, el otro es la antipatía que mostraron #RaúlGracia y su séquito de allegados para no ayudar a Rebeca, todo eso ahora le juega en contra al alcalde sin licencia.

Sin embargo, el ego y la arrogancia que acrecentó estos años le impide ver bien qué está peleando contra un monstruo de la política, que difícilmente dejará pasar su última oportunidad de servir como alcalde en el municipio de sus amores.

¿Cuánta gente está dispuesta a jugarse su última carta con Mauricio Fernández?, ojalá que Miguel Treviño tenga preparada la defensa que deberá tener para sostener su fantasiosa ventaja, ya que, el “tío Mau” como se le conoce viene por todo y con todo, y no escatimará en ganar su elección, bien haría en anotar Miguel el día y la hora en qué Fernández Garza decida apretar el acelerador y destruir sus posibilidades.