POR: YARESSI ORTEGA
Como mujer me irrita leer tantas veces que Morena se rasga las vestiduras con el discurso de “es tiempo de mujeres”, pero colocaron a Waldo Fernández en la primera posición de su fórmula al Senado y, además sin méritos para ello, ya que Clara Luz Flores Carrales arrasó la encuesta, pero los morenistas tenían otros planes en Nuevo León.
¡Nadie levantó la voz por ese atropello a la dignidad de una mujer en ese partido!, por el contrario, celebraron efusivos desplazar a Clara Luz del lugar que merecía por su trayectoria política, más allá de perder la gubernatura de fea manera.
En Movimiento Ciudadano, pasó exactamente lo mismo, prefirieron premiar al hombre, al machismo, al líder, que darle oportunidad a una mujer que encabezara la fórmula al Senado.
Martha Herrera, tenía méritos y de sobra para ser la primera de la fórmula, por encima de Colosio, ya que, su trabajo al frente de la Secretaría de Igualdad, durante dos años y medio dio resultados impactantes en combate a la pobreza y el hambre.
Lo que más enoja, es ver que las mujeres del doble discurso en MC, como Sandra Pámanes e Iraís Reyes, guardaron silencio sepulcral ante la injusticia de regalarle dos veces a Colosio la posibilidad de ser Senador, esto, porque están en la lista de Pluris de su partido.
Es decir, para ser más irónico e injusto el designio de Colosio lo pongo así de sencillo:
Colosio quedando en segundo lugar, entrará al Senado y cederá su lugar a Dante Delgado en la Pluri, que ya tiene asegurada, Martha Herrera sólo ganando la fórmula será Senadora.
Entonces, ¿Qué no era más justo y sencillo hacerla primera de la fórmula?, en principio por congruencia, con discurso y realidad, y segundo por asegurar una mujer naranja más en el Senado, desgraciadamente nadie se quejó en MC, porque la nómina repartida a los familiares de las Diputadas que pidan alzar la voz por esa injusticia aunada a que las hicieron Pluris silenciaron sus posibles reclamos.
Por su parte el PRI y el PAN con decenas de hombres capaces y con amplia trayectoria en la vida pública de Nuevo León, decidieron ser congruentes y colocar a Karina Barrón, que en sus tres elecciones ganó ser Diputada local dos veces, y arrasó en su camino a la federal que hoy ocupa.
En la llamada alianza “Fuerza y Corazón por México” no vacilaron en reconocer que el tiempo de las mujeres, pasaría del discurso al hecho y nominaron a Barrón