La carrera fallida a la presidencia resultó la tumba política para el Gobernador, sin embargo, desde antes que se lanzara por la grande, Jaime Rodríguez ya contaba con un rechazo notorio en Nuevo León.
Quien llegara en 2015 como la nueva bandera política del progreso y posible verdugo de los partidos políticos tradicionales, resultó ser una total farsa. Un capítulo negro en la historia de Nuevo León.
Quitando y matando toda aspiración futura para verdaderos candidatos ciudadanos, Jaime Rodríguez se enfrascó desde el día 1 de gestión a matar las esperanzas de los Independiente. Hoy están muertos.
De acuerdo con datos del Pulsometro Metropolitano, 1 de cada 10 de aprueba la gestión de Rodríguez Calderón, lo se traslada a temas de inseguridad, cosa que va en aumento, pero en palabras del secretario General de Gobierno, en Nuevo León todo va a la baja y como diría López Obrador, el pueblo está feliz, feliz, feliz. Que aberración.
De haber ganado con más de 50% de los votantes, para el siguiente año el respaldo que tendría sería de un 25% y ahora en 2019 sólo cuenta con el 9% de aprobación a su gestión, eso traduciría la razón por la que es calificado como el segundo peor gobernador en México, ¡el segundo!
Urge que por el bien de Nuevo León se empiece a trabajar a marcha forzada, que se deje a un lado el grillerio construido a base de un error del gobernador y en estos dos años que aún quedan se impacte realmente en los ánimos de todos y cada uno de los neoleoneses.