POR: DON MAQUI

No le gustará a ningún aficionado felino leer estas líneas, ya que, sin duda el francés representa el mejor jugador de la historia que ha dado cuentas, bastante buenas, en los felinos al día de hoy con 147 goles, recién desempacado del mundial de clubes donde se trajo el botín de plata al meter tres goles que lo vuelven más histórico de lo que ya era.

Sin embargo, la suerte, porque no se le puede llamar incapacidad pues no hay duda de que es un genio crack fuera de serie, no le ha sonreído. Al menos en esos partidos se necesita una figura que esté por encima del promedio no sólo de su equipo sino de sus adversarios, o por lo menos al nivel de los mismos.

Ya parece no ser casualidad que en casi todas las finales internacionales que ha jugado André-Pierre Gignac, misteriosamente se diluye su talento, el esfuerzo y desgaste que refleja dentro de la cancha, sus números en las finales internacionales son alarmantes pues ha perdido tres veces la #ConcaChampions, dos veces en manos del Pachuca y una vez contra su archirrival rayados. Asimismo, previo a eso, TigresOficial había tenido en sus botines, recién llegado de Europa y contratado expresamente para ello, aquella final contra el Club Atlético River Plate de la copa Libertadores la cual también perdió con una pobre actuación del bomboro.

Su saldo de goles en esas finales internacionales es magro, es decir pareciera que desaparece misteriosamente en los juegos de trascendencia internacional, esos malditos juegos que si André-Pierre hubiera echado al equipo al hombro tuvieran a los #Tigres en otra órbita, en otra dimensión, simple y sencillamente no hubiera punto de comparación con ningún equipo de México en los resultados obtenidos.

Sin embargo, no ha sucedido así y la final contra el Bayer München dejó claro, sin un solo disparo de peligro de los tigres y mucho menos de André-Pierre, que no son las finales internacionales los mejores escenarios del francés. Falló, por quinta ocasión, darle a la afición felina la honra de una final ganada contra un monstruo.

De nada sirven los argumentos vanos y paternalistas de decir que se jugaba contra el mejor equipo de Europa del momento, no señores, eso es engañarnos y mostrar que carecemos de la más elemental capacidad de autocrítica para los nuestros, para desgracia de Tigres y el francés, la odiosa comparación contra Rogelio Funes Mori llega a la mente de cualquier aficionado al fútbol, este último que también desaparece por arte de magia en los juegos importantes de rayados que pudo marcarle un gol al también mejor club europeo de ese momento, el Liverpool FC, en un mismo certamen del mundial de clubes y no sólo eso, de un partido contra los europeos muy distinto al de #Gignac.

Así que, dejemos de lado la gratitud por los 147 goles que ha metido el francés en nuestra pobre liga y démosle la justa dimensión al monumental fracaso que representa su venida al fútbol regiomontano si no pudo cumplir con la misión encomendada: hacer de los tigres un club poderoso y de talla mundial. Él tuvo dentro de sus posibilidades marcar esa diferencia con todos los demás clubes mexicanos y simplemente la estadística es lapidaria.