El proyecto surge en un contexto de ataques y descalificaciones a la independencia de los jueces y magistrados federales por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, situación que se debe dimensionar como ‘’grave’’ como lo sería en cualquier parte del mundo.

La iniciativa de reforma judicial promovida por el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, no se consultó con jueces ni magistrados federales, y por ello, el director de la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (Jufed), Ariel Rojas Caballero, lamentó la falta de objetividad y ética por parte del ministro presidente.

Por su parte, Julio Ríos Figueroa, del Centro de Investigación y Docencia Económicas y uno de los pioneros en el estudio de la vida interna de la judicatura, señaló que ni siquiera es el momento oportuno para realizar una reforma judicial de gran trascendencia, debido al contexto político que ya impera en la sociedad, pues abre las puertas para que se realicen cambios constitucionales que debiliten la autonomía del Poder Judicial.

“Tengo 25 años de servicio en la institución y puedo decirte que cuando hay este tipo de iniciativas de gran calado, normalmente la Corte saca una convocatoria para que participen ministros, consejeros, magistrados, magistradas, juezas, jueces y en general la sociedad.”

Sin embargo, el investigador advierte que la iniciativa que se analiza actualmente fue elaborada de manera exclusiva por el equipo más cercano al ministro Zaldívar, así lo reconoció el propio titular del Alto Tribunal en una entrevista.

Así mismo, Zaldívar aceptó que a diferencia de las reformas judiciales de 1994 y 2008, aprobadas tras largos periodos de consulta y con un amplio consenso entre los encargados de propiciar la justicia y la clase política, en la actualidad hay un escrutinio político desfavorable, propiciado por el presidente López Obrador con sus constantes ataques a las resoluciones del Poder Judicial.

“Desafortunadamente el entorno político era muy complicado y eso lo entendemos nosotros perfectamente, porque junto a esa iniciativa que hizo suya el presidente de la República, hay otras 30 propuestas, incluyendo algunas que quieren acabar con un contrapeso real del Estado, como lo es el Poder Judicial de la Federación”, asevera.

Ríos Figueroa coincidió en que otorgar demasiado poder al Consejo de la Judicatura Federal (CJF) y eliminar los mecanismos de defensa con los que cuentan jueces y magistrados federales puede restar independencia a los impartidores de justicia, aunque no ve ‘’mala fe’’ en el equipo de Zaldívar que realizó el proyecto de reforma.