POR: DON MAQUI

Tal como lo venimos anunciando hace ya bastante tiempo, Clara Luz Flores Carrales, quien fuera alcaldesa tres veces bajo las siglas del PRI y su esposo Abel Guerra que aún es militante tricolor, ex dirigente de ese partido, han logrado engañar, o al menos intentan hacerlo, con un un ejercicio democrático (según ellos) para sacar candidatos en las distintas alcaldías de Nuevo León.

Todo el mundo que anda en la política sabe que Benito Caballero es amigo personal de Clara Luz Flores, además de haber sido compañero de legislatura de la de Escobedo y también vecino de curul de Abel Guerra. Quizá los negocios que puedan hacer, llegando el caso de ganar, son bastante interesantes, por lo cual, el buen Benito renunció a seguir en las filas tricolor para seguir a sus amigos en la búsqueda del poder.

Guadalupe Guidi, una mujer que prácticamente sacaron del retiro y del exilio político, también es beneficiaria de la enorme bondad que tiene Clara Luz con sus amigas, ya que a pesar de que tenía casi una década y media sin participar en la vida pública, parece que fue a buscarla para colocarla de candidata, también bajo el sello de la casa, “la amistad”.

Marco González, alumno destacado de Abel Guerra en la Cámara de Diputados, ha sido ungido como por arte de magia en Santiago Nuevo León, donde varios se disputaban el afecto de la señora “de Guerra”, sin embargo, el ganador fue el pollo moreno, también gracias a la amistad que lo une con el titiritero de Clara Luz.

Otro caso muy significativo es el de Daniel Torres, quien es hijo putativo de Abel Guerra, putativo por ende de Clara Luz Flores y que ahora goza del afecto de la pareja que aspira a gobernar Nuevo León, la razón por la que fue benefactor es tener una amistad entrañable con quien fracasó dos veces en su intento de ser alcalde de Monterrey y tuvo un sueño fallido de ser gobernador, el famoso arquitecto Guerra.

El caso más emblemático es el del títere de Escobedo, de nombre Andrés Mijes, que ya ni la burla perdonan con ese pobre hombre que toda la vida fue gris pero repentinamente la suerte le sonríe y es el candidato a la alcaldía del municipio de Escobedo, lugar en donde Clara Luz y Abel Guerra mantienen sus negocios y, por supuesto, de donde ambos son caciques, territorio donde el ex alcalde hace alarde que su esposa todas las veces que ganó, no fue por ella, sino porque la gente vota por él.

La duda que nos asalta es qué estarán pensando Guillermina Alvarado, Ramiro González, la dirigente del partido Nuevo León, Bertha Puga, Celia Alonso, Julia de los Monteros y tantos morenistas de corazón que hoy comprueban que Abel Guerra y Clara Luz no sólo compraron, en sentido figurado (no vaya usted a pensar mal), todo el combo de candidaturas para armar un nuevo PRI.

Debe de ser muy triste para quienes enarbolan la bandera de morena, saber que se tendrán que “tragar” sus palabras y votar por candidatos priístas que pertenecen al viejo régimen corrupto y son parte de la “mafia del poder” que el presidente de la República, todos y cada uno de los días que sale la mañanera, critica.

Hoy es evidente que morena se volvió tricolor y representa a todos los renegados del Pri que no cupieron en el partido tricolor y que buscan regresar al poder con su benefactora Clara Luz y su titiritero Abel Guerra.

Claro que lo que que escribimos no lo decimos hoy, ya aclaramos que veníamos manejando esta información hace varios meses.

Enhorabuena para los priístas que tendrán dos campañas en Nuevo León, la que encabeza Adrián de la Garza y la que encabeza Clara Luz.