La Arquidiocésis de Monterrey informó los avances que se tienen respecto a la restauración de la estructura de la Virgen de Guadalupe que fue encontrada después de 10 años en el Río Santa Catarina, durante el paso de ‘Hanna’.

Como una forma de apoyo, se dio a conocer que la compañía acerera absorberá el costo tanto de la restauración de la imagen encontrada en el lecho como la de la imagen que está actualmente en el Río y será trasladada a la parroquia Reina de México.

Numerosos miembros de la sociedad (empresarios, miembros del Pueblo de Dios) se han acercado al Arzobispado para ofrecer su ayuda para sufragar los gastos que haya con respecto al hallazgo, restauración y demás gastos por venir a este respecto.

Dentro del comunicado se ha dado a conocer los siguientes datos respectivos al primer análisis que se tiene de la estructura de la Virgen de Guadalupe

  • Toda la estructura posee piedras adheridas y lodo, esto en todos y cada uno de sus elementos.
  • La estructura continuó por algunos días drenando agua.
  • Los perfiles metálicos están llenos de piedras y lodo. Se buscará extraer lo más posible dado que este peso adicional altera la composición original de la Estructura.
  • La estructura ha perdido todo el color original y además todas las caras exteriores muestran huellas del golpeteo que sufrió con piedras por años. También es de subrayar la oxidación de toda la imagen en todos sus elementos.
  • Algunos elementos se han perdido, algunos de los rayos que surgen de la imagen hacia sus bordes exteriores y el ángel de la parte inferior.
  • Los expertos detectaron una leve concavidad en la imagen, es decir, la parte inferior y la superior están a un nivel superior que la parte central de la estructura. Esto será analizado detenidamente para verificar su afectación a la estabilidad de la imagen.

 

Por ello, el equipo de expertos ha decidido que se respetará la imagen a como fue encontrada, con la finalidad de plasmar la historia de la virgen del rio.

Así mismo, las piezas que ya no puedan ser restauradas serán llevadas y conservados en el Museo Arquidiocesano de Arte Sacro como testimonios de la historia de la pieza.