Dicen muchas veces que la experiencia la adquieres con la vida y que el contar con una carrera universitaria no es necesario, tal vez sea cierto, pues existen casos específicos de gente que han logrado trascender a falta de una carrera profesional, esto a base de sudor, sangre y mucho esfuerzo… pero este no es el caso de Damián Ramos, Director de Comunicación Social del H. Congreso del Estado de Nuevo León.
Muchos sueñan en el momento donde luego de recibir un título universitario te desarrolles profesionalmente y ganes lo que por años has buscado: la media nacional así lo marca, así hemos sido formados; lamentablemente existen personajes que logran sacar provecho de las lagunas creadas en la formación profesional y de sus amistades poderosas.
Alberto Esaú Damián Ramos fue educado en la cuna panista, es un protegido de los diputados federales del Partido Acción Nacional, Víctor Pérez y Martín López a quien se debe 100 por ciento, y pues como no hacerlo si es gracias a él que hoy tiene un sueldazo de 65 mil 100 pesos que recibe de las arcas del Congreso del Estado.
Lamentablemente esta es la realidad del Congreso de Nuevo León, donde el contar con un título universitario no es prioridad, y cómo lo sería si ni siquiera los legisladores cuentan con uno, así ni como exigirle al equipo administrativo que se supone deberían ser los más preparados lo tengan.
Damián Ramos solo es una pieza más en el ajedrez de la mediocridad que se vive en la Política local, donde los títeres como él se deben a sus titiriteros políticos que a su antojo reparten posiciones de poder para garantizar sacar provecho y llenar sus arcas de un poder carroñero como solo ellos mismos lo conocen.
¡Que no abran el grifo que saldrá podredumbre! Esto es solo un podo de la realidad que se vive: cosa vergonzosa que una vez más se demuestra que mientras día a día hay millones de jóvenes que se preparan para ser alguien en la vida unos otros solo ocuparon de un buen favor para enriquecerse.
En tiempos actuales esto es inexcusable.