Vaya que hay políticos que suelen tener bastante suerte en este mundo obscuro de la función pública, el alcalde que se presume de intachable, que ha ocupado cuatro veces la presidencia municipal de #Linares y que ahora pretende imponer a su esposa para el 2021, resultó bastante bueno para favorecer a panistas, lo cual podría hasta caer en un supuesto de ilegalidad acorde a lo establecido por Ley Federal de Responsabilidad de Servidores Públicos.
Resulta que en plena pandemia buscó y no encontró, por lo que se ve en sus datos de transparencia, algún proveedor de aquel pueblo que vendiera gel anti bacterial. Aunque usted no lo crea, en un pueblo de más de 100 mil habitantes no hubo alguien que generara ese producto.
Entonces debió de recurrir al padrón de panistas, ya que el de proveedores no sirvió, y fue a buscar a un panista de un municipio metropolitano como Guadalupe, de donde es militante Urdiales González desde hace más de 25 años, en los cuales ha destacado su participación como regidor del ex candidato Panista Pedro Garza Treviño, donde cabe resaltar que se le acusó de favorecer a una empresa de concesión de la basura de nombre “Setasa”, la cual aún brinda el servicio en el municipio donde gobierna el PRI.
Pues bien, es de destacarse que Aaron Urdiales también fue uno de los tantos patrocinadores de Pedro Garza en apoyos de efectivo para su campaña de alcalde en 2018.
Con estos datos publicados en la Comisión Estatal Electoral Nuevo León (CEE), se ve claramente el apoyo “desinteresado” de Urdiales a su partido.
Hoy sabemos que el pago por esa aportación “voluntaria” ha llegado de manera espontánea desde Linares para Urdiales González.
La empresa llamada #Quart, de la cual es (o era) propietario, factura sin tener alguna justificación moral y violando la ley, lo inesperado de dicha empresa no es que facturó, sino que, según investigación de El RINCÓN DE MAQUIAVELO, desapareció de la faz de la tierra.
De ese nivel moral son los negocios entre panistas, lástima que la Auditoría Superior del Estado (ASE) es un bonito adorno gubernamental y nada hace con estas tropelías.
Adquirir gel antibacterial no es lo malo, lo malo es utilizar recursos públicos para favorecer a los “amigos” del mismo gremio. Violar la ley debe ser motivo suficiente para echar abajo las operaciones ilegales de asignar compras sin cumplir la legislación acorde al principio de legalidad.
Aquí les dejamos la primera entrega de una serie de investigaciones que tenemos sobre Adame y su municipio, donde todo parecía honestidad y transparencia, pero los excesos siempre cobran factura altísima.
Es claro que Urdiales González y el alcalde Adame han cometido un ilícito por recibir un beneficio aprovechándose de su relación partidista, acto que legalmente es sancionable.
Por nuestra parte, esperamos que el PAN Nuevo León (PAN) tome cartas en el asunto y sancione a quienes negocian con el dinero público de las administraciones albiazules, llegando a las últimas consecuencias del caso y accionando contra quienes participaron en esta maquinación de fraude al erario.
Sería muy interesantes saber qué piensan los Linarenses de no ser dignos de que su Alcalde los contrate a ellos en lugar de a un Guadalupense y cuáles habrán sido las conclusiones para decidir qué Urdiales González era el mejor proveedor para el gel, algo tan simple de producirse y por lo que se pagaron más de 100 mil pesos. Algo inaudito.
Es hora de que Adame dé la cara y explique porque aceptó que un panista tenga contratos en su municipio, aun sabiendo que es una ilegalidad. Esperamos la respuesta del dirigente estatal Mauro Guerra Villarreal de quien sabe estamos al alcance de un mensaje.
Y por si les queda duda, de cuál es el artículo que se pasaron por el arco del triunfo, el proveedor y el alcalde aquí mismo nos damos hasta la tarea de ser abogados, así que apuntenle: Artículo 7 de la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado y Municipios de Nuevo León fracciones II, III, IV y de una vez la repasada a toda la Ley, que buena falta les hace.