POR: YARESSI ORTEGA
Sería injusto comparar a los Tigres con Monterrey, ya que, este equipo en sólo una participación que tuvo en el mundial de clubes logró lo que ningún representativo de Concacaf ha hecho, llegar a la final y disputar el campeonato finalmente como segundo lugar inaudito en nuestra confederación.
El problema de Rayados no es si Tigres ganó o no algo más arriba que ellos, su verdadero conflicto es que en la más reciente edición en que habían participado los de azul y blanco dieron la vuelta al mundo por tener contra las cuerdas a uno de los mejores cuadros de Europa el Liverpool.
La expectativa de éxito en esta edición no sé cifraba en superar a Tigres, más bien en superar su propia historia de dos terceros lugares, equipo y técnico parecía que tenían de sobra para lograr el ansiado salto de calidad mundial.
La historia todos la conocemos, sin embargo, es injusto decir que a partir de Tigres viene el colapso de Rayados y su afición, no sin duda la mediocridad ronda en la mente de quienes piensan así de quienes creen y ven que todo gira entorno a una competencia externa, seguramente los jugadores no se detienen a ver qué son peores o mejores que el rival de enfrente, lo que sí le debe calar hondo hasta los huesos es el ridículo monumental que hicieron.
Es hora que Javier Aguirre parta del equipo, eso hablaremos más adelante.