Nos cuentan desde aquel lugar que está valiente mujer está dispuesta a ayudar siempre, encabeza luchas que no se ven, pero ahora todo cambió.
La orfandad de defensa de la Huasteca ya no existe más, la apatía de las autoridades que solo se toman la foto y se van no podrá detener a esta luchadora social.
Está dispuesta como se ha visto, a navegar por las peligrosas aguas de pelearse contra cualquiera por algo que todos deberíamos aplaudirle defender el “Pulmón Ecológico” que nos significa la Huasteca.
Parece que el destino caprichoso la ubicará pronto en otras luchas políticas, quizá, pero ahora combate sin tregua el ecocidio que se piensa horadar en aquel lugar.
Más Ileanas y menos selfies políticas.