Los demócratas ya se encuentran listo para dar marcha a su pretensión de enjuiciar políticamente al ex mandatario estadounidense, Donald Trump, y ya han ofrecido un enfoque distinto al del primer proceso de destitución, aún y cuando hay muy pocas probabilidad de una resolución contraria a él.
Los parlamentarios demócratas indicaron que no se esforzarán que comparezcan testigos como lo hicieron por primera vez.
“Esto está basando en un delito público. Su intento (de Trump) no estaba oculto, por lo que pienso que hay un peligro, como siempre hay para el abogado de un juicio y el fiscal de presentar pruebas en exceso, de añadir más testigos para probar lo obvio”, señaló el legislador de la Cámara Alta, el demócrata Richard Blumenthal.
Por su parte, el senador demócrata por Hawái Brian Schatz, se refirió a la llamada que le realizó Trump al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en la que el estadounidense le exhortó al ucraniano que se dispusiera a investigar a Hunter Biden, hijo de Joe Biden, por supuesta la corrupción en ese país.
“Imagínense si la llamada de Ucrania hubiera sido transmitida por internet -reflexionó en declaraciones a Politico-. No está claro para mí que haya ninguna prueba que cambie la mente de nadie”.
Esa llamada fue la que desató el primer juicio político en contra de Trump, del cual fue absuelto hace un año por el Senado, en aquellos días bajo control del republicano.
De momento, y con el proceso nuevo ya a la vuelta de la esquina, se conocen pocos detalles respecto a cómo será, por lo que aún es impredecible si el Senado votará si debe haber testigos o no.