“¿Ya comió, compañero?” Con esta y muchas otras frases icónicas, María Julia Lafuente se convirtió en un referente del periodismo regiomontano, tras anunciar su retiro del Telediario Vespertino, la “Licenciada” cierra una etapa de casi cinco décadas en las que marcó la comunicación en el noreste de México con un estilo inconfundible, que mezclaba la seriedad informativa con un carisma entrañable para el público.

Su carrera inició el 1 de junio de 1977, cuando ingresó a Grupo Multimedios como joven reportera de radio, desde entonces, forjó una trayectoria ascendente que la llevó a convertirse en la voz más reconocible de los noticieros locales, a lo largo de su camino, fue influenciada por figuras como Don Francisco González Sánchez y el arquitecto Héctor Benavides, de quienes aprendió la disciplina periodística que la caracterizó.

Siempre frontal y directa, María Julia no dudó en cuestionar a políticos ni en abordar temas de alto riesgo, especialmente durante los años más críticos de inseguridad en la región, esa valentía la consolidó como una comunicadora confiable, pero también como un símbolo de la resiliencia ciudadana, con un estilo “dicharachero” y cercano, logró que la noticia llegara a la gente con claridad, empatía y, muchas veces, con una sonrisa.

Más allá de la pantalla, la “Licenciada” acompañó a su audiencia en momentos de crisis como la pandemia de covid-19, sequías, huracanes y tragedias, pero también en los triunfos deportivos y en los instantes cotidianos que compartía con naturalidad, su retiro marca el cierre de una era en el periodismo del noreste, dejando un legado que inspiró a generaciones de jóvenes comunicadores y un vacío difícil de llenar en los hogares donde su voz se volvió parte de la vida diaria.