El aceite vegetal es un producto muy utilizado para la cocina mexicana, pues con el podemos guisar, sazonar y algunas veces hasta aderezar una variedad de platillos oriundos de la comunidad mexicana.
Asimismo, los aceites vegetales deben ser libres de colesterol aportando nutrientes como el Omega 3, Vitaminas y Ácidos grasos que son indispensables para el reforzamiento del sistema inmunológico.
No obstante, no todas las marcas que existen y venden en los supermercados son ‘’auténticas’’, ya que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) publicó un video por medio de sus redes sociales, en el que dio a conocer los resultados de un estudio aplicado a 32 marcas de aceites comestibles: 14 de ajonjolí; nueve de aguacate; siete de uva y dos de cacahuate.
Los estudios se centraron en aspectos como la información comercial, el contenido neto, la autenticidad, la tendencia al envejecimiento al volverse rancio y al cambio de sabor.
Los resultados arrojaron al menos ocho marcas en las cuales se detectaron irregularidades, lo que no representa un riesgo para el consumidor, pero sí un engaño porque no es la realidad de lo que anuncian.
De las nueve marcas de aceite de aguacate, cinco no son puras ya que contienen otro tipo de aceite, como: Avocate; Cate de mi corazón; Cate de mi corazón mediterráneo; San Lucas; Aceite de aguacate extra virgen.
Por otra parte, de catorce aceites de ajonjolí, tres no tuvieron el aceite de ajonjolí característico y no pudieron cumplir con los requisitos de información al consumidor. Las marcas fueron: Foreway sesame expert; Kaporo; Kum Chum.
Respecto a los aceites de oliva, la Profeco detectó las marcas que se dicen ser de esta clasificación, pero no lo son, como: Demor y Olivos Mendoza.
La dependencia recomienda evitar calentar demasiado los aceites vegetales, debido que si se empieza a generar humo es señal de un sobrecalentamiento, lo que quiere decir que comenzó su proceso de descomposición, y por lo tanto no solo ha perdido su aporte nutrimental, sino que también puede resultar nocivo para la salud.
De todos los diversos aceites comestibles que existen en el mercado, los aceites que ostentan un punto de humo más alto y que se pueden freír a mayores temperaturas son el de soya, cacahuate o ajonjolí, mientras que los de punto de humo moderado que sirven para sofreír a fuego medio son de canola, oliva y aguacate.