Fue personal de la Procuraduría Estatal de Medio Ambiente, quien se encargó de asegurar a 43 perros como medida precautoria, debido a reportes en los que aparentemente eran maltratados en un local de la zona del centro de Monterrey.
Las autoridades detallaron que recibieron una denuncia ciudadana que señalaba, que decenas de animales se encontraban en condiciones inadecuadas en el inmueble, por lo que realizaron una visita al lugar en el que presuntamente se realizaban actividades de cría y comercialización de animales.
Temporalmente se clausuró el establecimiento como medida de seguridad, y se destacó que los perritos quedaron al cuidado de un hogar temporal, para que se les pueda brindar la atención necesaria.
La clausura se realizó tras la inspección del inmueble, que determinó la carencia de atención y condiciones de higiene de los animales. Además, no contaba con el registro requerido para las actividades y no tenía en posesión el certificado de procedencia de cada uno de los perros.