“La defensa de la democracia es un imperativo y una causa que, afortunadamente, es acompañada por millones de mexicanas y mexicanos.

El INE es una obra colectiva y un patrimonio de todas y todos los mexicanos”, dijo el Jefe del INE ayer domingo.

“No necesitamos de recomendaciones, de comunicados, de exhortos ni mucho menos de interferencias inconstitucionales de otros organismos para promover y poder garantizar los derechos políticos de la ciudadanía como lo hacemos todos los días”.

“El INE está orgulloso de su autonomía y la ejerce plenamente en cada decisión, pero tenemos claro que formamos parte del Estado mexicano y como tal siempre hemos estado dispuestos a colaborar en estos y otros temas.

“Ante la discusión de una posible reforma electoral, hemos manifestado nuestra disposición total para aportar los insumos que se requieran para elaborar un diagnóstico certero, sin filias ni fobias o rencores, que permita a los legisladores tomar las mejores decisiones para que, si la hay, tengamos una reforma progresiva y no regresiva, una que amplíe y no que conculque derechos ciudadanos, que mejore lo que hoy tenemos, y no que nos regrese a un pasado autoritario en donde el Gobierno controlaba las elecciones; y una reforma que sea producto del mayor consenso entre las fuerzas políticas”, dijo Córdova.

Lo que no dijo, es la vida de magnates que se dan en el INE, con los recursos, los salarios altísimos, de millones y millones de pesos para cada consejero, el dispendio en gastos suntuosos y sobre todo la negativa a ser austeros, ¡no, eso no lo dijo¡, ni lo dirá.