Por: Don Maqui

Desde Felipe De Jesús Cantú, Ricardo #Canavatti, Adalberto Madero, Fernando Larrazabal, Margarita Arellanes, nadie logró sobrevivir a la vorágine de gobernar la capital de Nuevo León.

Parecía una especie de maldición sentarse en ese lugar y caos siempre a los meses o años, inclusive salían lo que se llama “trapitos al sol” de los gobernantes.

Ejemplos sobran, pero recordamos con algo de suspicacia los muertos de Felipe de Jesús, aquella polémica por pretender retirar los cuerpos de los sepultados en panteón obispado.

También, las acusaciones de corrupción sobre Adalberto #Madero o que decir de Fernando Larrazábal que con su “quesogate” lastimó su imagen para siempre, no hablemos ya de la alcaldesa Margarita Arellanes, que hasta expulsada estaba saliendo del PAN.

A cambio de ello, Adrián de la Garza no sólo se mantuvo ajeno a los escándalos un trienio, no señores, sobrevivió a cinco años de gobierno y con calificaciones más que aceptables.

Quizá sea el destino de un hombre que, de cumplirse su anhelo de ser #gobernador ejercería el poder en primer plano en el estado por doce años de manera consecutiva, dicha situación le da viabilidad a un proyecto a largo plazo.

No olvidamos que, aunque sea la alcaldía regia es la más importante en el estado, guardando toda proporción es casi #equiparable al gobierno del estado por ser propiamente la capital.

Es evidente que el buen gobierno no fue casualidad estos cinco años, eso no lo dicen solo los fanáticos de Adrián, lo dicen las estadísticas y sus acciones.