POR: DON MAQUI

Dulce María Sauri es una figura emblemática del Partido Revolucionario Institucional con una larga trayectoria y sumamente respetada en el medio político, sin embargo, no deja de ser una más de las 500 personas incongruentes que hay en el Poder Legislativo en San Lázaro.

Le exigen a Arturo Zaldívar el presidente de la Corte que no acepte la ampliación de mandato que promovió Morena y por supuesto avaló el presidente López Obrador, más allá de qué sea una ilegalidad o bien que pretendan decir que es inconstitucional, lo que en verdad sorprende es la doble moral con la que declaran en muchas ocasiones los diputados federales.

Si los diputados federales, los que deciden hacer campaña sin dejar el cargo, y por supuesto sin cobrar, los mismos que decretan su dieta legislativa, lo que cobran en bonos, sus aumentos, y en general darse una vida de ricos, increíble que cuando se trata de alguien más pretendan que tenga escrúpulos.

No estamos para falacias como las de Dulce María Sauri, lo de Arturo Zaldívar es inmoral, pero no son los de siempre quienes tienen autorización para hablar.