La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y el Banco del Bienestar celebraron un convenio con Banco Azteca, del empresario y multimillonario Ricardo Salinas Pliego, a fin de que esta empresa distribuya 31 millones de dólares que el Gobierno de López Obrador destinará para los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro en Honduras.
Hasta ahí todo podría parecer normal, sin embargo, apenas a seis meses de que Grupo Salinas nombrara al frente de Banco Azteca Honduras a Viviana Bueso Asfura, una mujer con experiencia en el sector bancario, pero teniendo una conexión profunda con la llamada Cuarta Transformación: es cuñada de Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores y uno de los favoritos por el presidente.
Viviana Bueso fue reclutada por Grupo Salinas en febrero del 2019, (solamente tres meses después de la toma de posesión del gobierno actual) y apenas este mes fue ascendida al puesto de Gerente General de Banco Azteca Honduras.
En mayo pasado, la mujer tuvo un viaje de negocios, y vaya viaje, pues firmó dos convenios con la Cancillería y el Banco del Bienestar en representación de Banco Azteca: el primero fue un convenio de confidencialidad y el segundo convenio fue en materia de transferencia y administración de recursos, el cual planteaba la dispersión del dinero de los programas sociales en Honduras.
Los recursos de este convenio provienen del ‘’Fondo México’’, uno de los fideicomisos que casualmente no desaparecieron y que está controlado por Ebrard y la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), un organismo desconcentrado de la Cancillería y dirigido por Laura Elena Carrillo Cubilla, una incondicional de Ebrard y de su proyecto político: ser presidente cuando termine el mandato y empiece el imperio de López Obrador.