Barack Obama, quien fue el primer presidente negro en la historia confesó que siempre ha odiado a los racistas, y les ha dado su merecido en varias ocasiones, e incluso ejemplificó con una anécdota que le sucedió en su estadía en secundaria.
El antes mencionado, hizo una confesión de que en su época de estudiante le rompió la nariz a un “amigo” por ofenderlo con un tema racial, que no le pareció de buen gusto y sin piedad recurrió a lo físico.
Pero que le dijo, pues el exmandatario americano explicó que, en los vestidores del estadio de básquetbol, le lanzó la palabra “coon” abreviación de racoon en español, mapache que es como se utiliza en los Estados Unidos para referirse de manera despectiva a una persona de raza negra.
Para posterior a golpearlo, dejarle bien establecido que no lo volviera a llamar así, y si no se puede por la paz, hay que recurrir a esto, pero normalmente hay mejores maneras de arreglarlo detalló Obama.