POR: DON MAQUI
Increíble pero cierto, dos personajes a los que los liderazgos enfermizos de Acción Nacional los despedazaron, hoy están cerca de competir entre ellos. Uno ya aseguró su lugar bajo el esquema de siempre, la traición que priva en el partido albiazul, ya que lo ascendieron a candidato despedazando las posibilidades de Víctor Fuentes Solís para darle a Fernando Larrazábal la estafeta de candidato gobernador.
Este hombre debió de ser el candidato en el 2009, cuando Felipe Calderón intervino de manera mezquina en el proceso interno de selección de candidatos en Nuevo León y le robó el mejor momento que tenía para aspirar a gobernar esta tierra, pero esa es otra historia. La verdad interesante hoy es que está de vuelta cuando todos lo catalogaban como muerto político.
Pero no es el único, ya que se sabe, por trascendidos de los medios e inclusive de las propias redes sociales, que Margarita Arellanes, quien sufrió la misma traición de la que narramos con Fernando Larrazábal, está a punto de sumarse a un partido de los llamados “satélites” para competir y buscar ser gobernadora de esta entidad.
Parece que a la ex alcaldesa de Monterrey todavía le queda cuerda, y mucha por la edad que tiene, para competir una y otra vez su regreso, sin duda, le dará folclor a una campaña que parecía estar definida entre Adrián de la Garza y Clara Luz Flores.
En una análisis muy simple y lógico, se puede concluir que la regia le quitará muchísimos votos a Clara Luz por el simple hecho de la condición natural de ser mujeres ambas, esto pone nervioso, por supuesto, a Fernando Larrazábal y Adrián de la Garza, ya que podría crecer tanto la Arellanes que pudiera, inclusive, pensarse que su candidatura se consolide con el triunfo.
El más afectado de todo esto es Fernando Larrazábal, ya que pensaba capitalizar el voto de enojo contra Adrián y contra morena, pero ahora deberá de competir en la misma manera con una mujer que tiene los mismos atributos políticos que él.
Veremos en qué queda esta novela que parece apenas se está escribiendo de Margarita Arellanes.