El Papa Francisco pidió que exista igualdad entre todos los miembros de la iglesia, así como establecer la dignidad y posición sin dar privilegios que no les corresponden como se hacía desde años atrás y que hoy en día son diferentes a sus responsabilidades de cada uno para la edificación de la iglesia.
“Insto a todos, a que las iniciativas que se han emprendido recientemente y las que se han de adoptar para la absoluta transparencia de las actividades institucionales del Estado vaticano, sobre todo en el campo económico y financiero, se inspiren siempre en los principios fundacionales de la vida eclesial y, al mismo tiempo, tengan debidamente en cuenta los parámetros y las ‘buenas prácticas’ internacionales actuales, y que aparezcan ejemplares, como se impone a una realidad como la Iglesia Católica”, afirmó.