Por: DON MAQUI

Lo que ya estaba anunciado sucedió esta mañana, Samuel García, después de la zarandeada y desconocida que le dio su antes “socio y amigo” Luis Donaldo Colosio, en contubernio con Agustín Basave, presidente que él puso en Movimiento, ha solicitado licencia para retirarse en paz a poder tratar de frenar la embestida que le están dando los dos personajes arriba mencionados y, por supuesto el sistema al que pertenece Colosio aún y que lo niegue al rechazar su pasado, no se diga Agustín Basave que su padre tiene poder suficiente y ligas en distintas trincheras políticas.

Será una hazaña para Samuel García lograr la candidatura debido a que los poderes fácticos juegan sin lugar a duda con Luis Donaldo y eso, aunque no se ve se siente y bastante, es claro que la política no cambia y hoy García Sepúlveda deberá de hacer uso de todas esas complicidades que pudo haber tejido a lo largo de estos años.

Tiene la fortuna de contar con “don Fernando”, como le llamaba el “bronco” al excandidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura, cuenta con sus afectos, pero no sólo eso, tendrá su complicidad debido a que su cuñado Luis David Ortiz ocupará el cargo de senador en lugar de Samuel.

Tampoco en el búnker de Elizondo están mancos como para no hacerle frente a la red que tejió Luis Donaldo estos dos años, será una batalla épica de poder a poder en donde lo que menos importan son los aspirantes “García y Colosio”.

El verdadero choque de trenes está en dinamitar o no el ascenso meteórico de Samuel García. Serían un poco inteligentes y bastante ruines los de Movimiento Ciudadano si frenan esa posibilidad, bien podrían apelar a la razón y a la lógica de que quizá, para Samuel, este sea su única oportunidad de estar en los reflectores y ánimo del electorado porque, justo, no ganó históricamente la senaduría.

En cambio, Luis Donaldo toda la vida será un Colosio hoy, mañana o pasado, al presentarse a una disputa electoral llevará implícita la ganancia del apellido

Por el bien de Movimiento Ciudadano ojalá que decidan bien, que nos lo tengan que hacer.